jueves, 22 de marzo de 2012

Artículo sobre palomos

Cría y Venta de Palomos Deportivos
ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE RAZAS DE PALOMOS BUCHONES EN BASE A CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS

Pere-Miquel Parés i Casanova

INTRODUCCIÓN
Desde tiempos remotos se practica en España lo que hoy se llama “Columbicultura Deportiva”. En Andalucía y en el Levante español se tiene el mayor número de aficionados a la columbicultura, y ello se refleja en el número de razas locales, mayoritariamente buchonas, parte de las cuales han originado, a su vez, razas en Iberoamérica.

Todas las razas de palomas domésticas del mundo descienden de la paloma bravía (PAB, Columba livia Gmelin, 1789) (del Hoyo et al., 1997). La PAB es natural de Eurasia y del norte de África, posee un plumaje gris azulado, más pálido en el dorso, con verde y violeta lustroso en los lados del cuello, obispillo blancuzco, dos anchas franjas alares y blanco debajo de las alas, y con franja terminal negra en la cola. Su tamaño es el eumétrico en las palomas (250-300 g) y sus proporciones son medio-líneas (Sotillo y Serrano, 1985).

Se considera que la paloma buchona fue traída a España por los árabes en la época de la Edad Media, a raíz de su invasión en el año 711. Las razas españolas más antiguas parecen ser el Rafeño que data del siglo XI y el Marchenero del siglo XVI. El Quebrado Murciano se describe igualmente como una raza muy antigua (Schille, 2005).

Las características comunes de los palomos buchones son el buche desarrollado, patas no emplumadas, variedad de color en la mayoría de los casos, gran capacidad de vuelo, así como un carácter de trabajo basado en la búsqueda de la paloma perdida o desemparejada, en la seducción y captación y en el instinto de conservación (Sotillo y Serrano, 1985). El palomo buchón debe cumplir con los requisitos fenotípicos establecidos en sus respectivos patrones, y por otro lado, el trapío y la conquista. Aún así, las diferentes razas suelen presentar marcadas diferencias morfológicas. Suelen ser aves grandes con un tamaño desmesurado del buche, que al hincharse adquiere grandes proporciones, lo que les da el nombre a estos palomos. Tanto los machos como las hembras pueden «hincharse», aunque los primeros alcanzan mayor perímetro. La aparición de una hembra induce al pavoneo de los machos, que son cortejadores impenitentes, recibiendo por ello el apodo de «buchones ladrones». El concepto, o calificativo erróneo, aplicado a la paloma buchona, de «ladrona», puede obedecer a que estos palomas, llevados por su instinto de captación y de seducción, pueden llegar a apoderarse ilícitamente de palomos, pero es un término que debe evitarse en el vocabulario etnológico.

Los estudios comparativos entre razas de palomas son escasos; sin embargo, se destaca el trabajo de Barba et al. (1998) sobre el Buchón Jienense. En este trabajo se presenta un estudio de las relaciones existentes entre diferentes razas de palomos buchones españoles e iberoamericanos, realizado a partir del análisis cualitativo y cuantitativo de la información generada del estudio de sus características morfológicas, con el objetivo de hacer una clasificación sistemática de las diferentes razas en grupos afines, en base a semejanzas morfológicas.



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